Loción

La loción es un producto cosmético o dermatológico de textura ligera, formulado principalmente a base de agua, ideal para el cuidado diario de la piel. Gracias a su consistencia fluida y de rápida absorción, es especialmente adecuada para pieles normales a mixtas, o para climas cálidos donde se prefiere una sensación fresca y no grasa.

Las lociones pueden tener distintas funciones, dependiendo de su composición y uso previsto:

  • Hidratante: para mantener la piel suave, flexible y protegida frente a la deshidratación.
  • Calmante: indicada para pieles sensibles, con ingredientes como aloe vera, manzanilla o avena.
  • Tratante: con activos específicos como ácido salicílico, niacinamida o retinol, utilizadas en pieles con tendencia acneica, manchas o envejecimiento.
  • Refrescante o after sun: para aliviar la piel tras la exposición solar.
  • Corporales o faciales, según la zona de aplicación y su concentración de activos.

Una de sus ventajas es que se absorbe rápidamente, no deja sensación pegajosa y permite vestirse casi de inmediato tras la aplicación. Se recomienda aplicarla sobre la piel limpia, preferiblemente tras la ducha, para potenciar su efecto hidratante.

Las lociones representan un equilibrio perfecto entre hidratación y ligereza, adaptándose a diferentes necesidades y tipos de piel.