Antiparasitarios

Los antiparasitarios son productos destinados a eliminar o prevenir la infestación por parásitos, tanto internos (como lombrices intestinales) como externos (como piojos, pulgas o ácaros). Estos organismos pueden afectar tanto a seres humanos como a animales, interfiriendo en la salud, el bienestar y la calidad de vida.

Los parásitos internos suelen alojarse en el tracto digestivo y pueden provocar síntomas como dolor abdominal, pérdida de peso, fatiga, picazón anal o cambios en el apetito. Los externos, en cambio, se instalan sobre la piel o el cuero cabelludo, causando irritación, picor y, en algunos casos, lesiones cutáneas.

Existen diferentes tipos de antiparasitarios según su vía de acción:

  • Orales, para eliminar parásitos intestinales.
  • Tópicos, en forma de lociones, champús o cremas, para tratar infestaciones en la piel o el cabello.
  • Ambientales, utilizados para desinfectar superficies, textiles o espacios donde los parásitos puedan reproducirse.

La prevención también juega un papel fundamental: una buena higiene personal, el lavado frecuente de manos, el consumo de agua potable y la cocción adecuada de los alimentos son prácticas clave para evitar contagios. En el caso de mascotas, los controles veterinarios y desparasitaciones periódicas son esenciales.

Ante la sospecha de infestación, es importante actuar rápidamente y, si es necesario, consultar con un profesional de salud para elegir el tratamiento más adecuado.